Dice el Ateo: Si no veo a Dios no creeré

por Josué Ferrer

Eso pensaba Tomás cuando el resto de apóstoles le hablaba maravillado de la resurrección de Jesús. Muchos ateos consideran estúpido creer en algo que no han visto nunca. No obstante, donde acaban nuestros sentidos, no acaba la realidad. Por ejemplo el oído humano no percibe los ultrasonidos y éstos existen. El ojo humano no capta muchas tonalidades de colores, que sin embargo están ahí. Y desde luego si yo fuera ciego no podría ver que delante de mí hay un ordenador y eso no niega su existencia. También hay partes de la realidad a las que no pueden acceder nuestros limitados sentidos... Por ejemplo, saber qué hay tras la muerte. O por ejemplo Dios. 

Sin embargo, a veces nos piden creer en cosas aún más increíbles. Según los astrofísicos el 95% del cosmos se compone de una materia oscura que no podemos ver, el 95% de todo cuanto existe es invisible a nuestros ojos. Si lo piensas bien, parece una locura, una tomadura de pelo. «¿Me estás contando –puedes pensar– que todo ese inmenso Universo con sus galaxias, sistemas solares, agujeros negros, nebulosas, planetas, asteroides, soles,cometas, ese espacio de un tamaño absolutamente monstruoso con millones y millones y millones de años luz de distancia es sólo un 5% de lo que realmente hay?». Pues sí. Parece imposible de creer pero es así. 

Y esto no es que lo diga yo. Esto lo dicen los científicos de la NASA, a los cuales se les supone autori-dad. El que nos pretendan hacer creer esto parecedemencial, algo irracional, una esquizofrenia se mire por donde se mire. Sin embargo, nos lo creemos a pies juntillas. Porque si lo dicen los de laNASA, por algo será ¿verdad? La cuestión es ¿cómo nos podemos creer que el 95% de todo cuanto existe es invisible y que sin embargo está ahí, y luego negar la existencia de Dios por el hecho de que no lo hayamos visto nunca? ¿Acaso no nos piden los científicos un acto de fe? ¿Creer sin ver? ¿Hacemos caso a los científicos, que son imperfectos, pero no a Dios? 

Sí, ciertamente hay muchas cosas invisibles.Tampoco el amor se puede ver, no tiene forma definida ni color, no hay modo de pesarlo, medirlo o tocarlo. No puedes decir que amas tres kilómetros de amor a alguien o que lo amas ciento cincuenta kilos de amor. Y resulta imposible demostrar que una persona te ama. Tú puedes, eso sí, suponerlo, creerlo, intuirlo, pero demostrarlo, lo que se dice demostrarlo, no hay manera. Y sin embargo, el amor existe. Ciertamente, el hecho de creer en algo que no podemos ver resulta francamente difícil pero es que la fe consiste en creer sin ver. Allá donde la razón y los sentidos topan con sus límites es momento para la fe.

3 comentarios:

  1. hahahahaahaha se dio garra con lo del amor XD cómo va a dar ejemplos de palabras ABSTRACTAS y una deidad para una sola religión XD
    Lo de la materia obscura sigue siendo una teoría que prácticamente remplaza la del ether que se ha propuesto desde los antiguos griegos, mas no implica que sea real. Es TEORÍA como el creacionismo que tanto defiende con su dios, la religión siempre se verá acorralada por la ciencia y la filosofía y va a querer acoplarse a ellas como lo estamos viendo. jajaja religiosos hablando de ciencia, como no XD

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  2. Por supuesto que hay muchas cosas que los sentidos del ser humano no pueden detectar. Para eso está la ciencia, que se inventa los aparatos que sí pueden detectarlas. Si Dios fuera detectable, la ciencia ya se habría inventado también un aparato para hacerlo.

    Con la materia oscura pasa lo mismo. No podemos verla porque no interactúa con el campo electromagnético (que es el que porta la luz), pero sí interactúa con el campo gravitacional, y podemos detectarla por los efectos gravitatorios que ocasiona en los cuerpos celestes.

    En todo caso, la materia oscura es tan sólo una hipótesis que busca explicar esos efectos gravitacionales, y los científicos trabajan para comprobarla, o a alguna de las hipótesis alternativas. Como ves, ni los científicos se creen nada a pies juntillas, ni los no científicos tenemos por qué creerles ciegamente todo lo que dicen. En la ciencia siempre hay lugar para la duda.

    Lo del amor es solamente una pirueta verbal. Que el amor existe se demuestra no sólo por los efectos psicológicos, fisiológicos y neurológicos del amor, sino porque los enamorados se comportan de manera claramente distina a quienes no lo están.

    Afirmas que "donde la razón y los sentidos topan con sus límites es momento para la fe". Pues no: es momento para la humildad de decir "no lo sé". Cualquier otra afirmación necesita justificarse, y sobre todo la fe no es excusa para afirmar algo sin justificación.

    Finalmente: a lo mejor sí hay gente que cree a ciegas en lo que dicen los científicos, pero por lo menos no se basan en la astrofísica para tomar sus decisiones más importantes. :)

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  3. Aloha!

    Es temerario y honrado defender algo que uno cree cierto o correcto. Pero dentro del "circuito de la comunicación", no solo importa que haya un emisor, receptor y mensaje; hay otra cosas importantes para el desarrollo del diálogo, y ese es el contexto. ¿Qué tanta formalidad tiene el artículo anterior? ¿Hacia quién va dirigido? Es evidente que el blog es público, pero es importante saber en quién se pensó para darle construcción y redacción, que definitivamente no es en todo tipo de persona.

    Esto lo digo porque el autor comete errores lógicos que invalidan su disertación apologista, al menos para el estudioso:

    1) La analogía del ateo con Tomás no es válida. Tomás sí usó sus sentidos al fin al cabo para ver algo objetivo. El ateo no.

    2) La duda de Tomás no es si Jesús era Dios, sino la resurrección.

    3) Poner en duda la investigación, modelos y teorías astrofísicas, no equivale al trabajo teológico. La Teología no es una ciencia formalmente reconocida en todo el mundo, la Astrofísica sí. La formación de un astrofísico es la misma en todas la universidades, la del teólogo no.

    4) el modelo de la materia oscura que compenza la cinemática estelar, esta sujeta y derivada de matemática, fenómenos y experimentos científicamente formales. Dios no.

    5)el autor confunde fenómeno con ente al hablar de amor.

    Por estas razones que obviamente y bajo la costumbre cristiana, resultará en encono y refutaciones pueriles, aun cuando un tipo como yo, creyente en Dios, estoy consciente que la teología ni posee los métodos y herramientas que hacen de una ciencia natural ser arrogantemente rigurosa, ni mucho menos es una ciencia exacta.

    SSS W

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