Algunos Pajases difíciles o con supuestos "problemas" en el A.T

por Charles C. Rye

Innegablemente algunos pasajes en la Biblia contienen problemas. La cuestión de la inerrancia no involucra problemas interpretativos ni debates referentes al mejor tipo de texto. Sin embargo, problemas de aparentes discrepancias, números que no concuerdan, diferencias en pasajes paralelos, o declaraciones aparentemente no científicas tocan la inerrancia de la Biblia.

Los errantistas e inerrantistas tienen igual acceso a los datos relacionados a cada uno de esos problemas. Ambos tienen mentes capaces para tratar con estos datos. Ambos pueden leer las conclusiones de otros. Pero, los dos no llegan a esos problemas con la misma perspectiva básica. La perspectiva del errantista incluye no solamente la posibilidad sino también la realidad de errores en la Biblia. Por esto, cuando él estudia estos problemas, una de sus posibles conclusiones es que uno de ellos es actualmente un error.

En cambio, el inerrantista ha entendido que la Biblia no contiene errores. Por lo cual, él no ejercita una opción de inferir que cualquier de esos mismos problemas puede ser ejemplo de un verdadero error en la Biblia. Posiblemente, su investigación le hace concluir que hay algunos problemas que todavía no se pueden explicar. Sin embargo, él cree que no es un error y que más investigación le mostrará la solución o que lo entenderá en el cielo.

Considere esta ilustración: Si un hombre felizmente casado llega a casa antes de la hora esperada y ve a su esposa despedir a un señor elegante saliendo en su carro, ¿qué pensaría él? Si su confianza en su esposa es total y firme por los años de buenas experiencias y gratas que han compartido juntos, él pensaría que ella tenía una buena razón por ver a este hombre. Aunque tal vez picará su curiosidad, el esposo no dudará de su lealtad. Quizás, será hasta la Navidad o su aniversario cuando él se dará cuenta que el hombre que vio estaba entregando el regalo que su esposa le había comprado.

Pero, si la confianza en su relación con su esposa es débil, sus pensamientos vagarán por todas partes incluyendo la sospecha de infidelidad. Por la inseguridad de él, la esposa sería llamada adúltera ante sus ojos. Es bastante clara la analogía ¿no? Si yo llego a la Biblia con la plena confianza de que sus palabras fueron exhaladas por Dios y que por lo tanto, están sin error, y si esa confianza ha sido apoyada por muchos años en probar que la Biblia es totalmente confiable, entonces no seré sacudido por un problema, y ciertamente no concluiré que es un error. Pero si creo que puede haber errores en ella, aunque sean pocos o muchos, entonces probablemente concluiré que algunos de esos problemas son ejemplos de errores. Y si hay solamente uno, entonces tengo una Biblia errante.

De la literatura actual sobre el debate de la inerrancia, es difícil hacer una lista definida de “errores”. Probablemente sea imposible enumerar los criterios para juzgar errores; sólo podemos citar ejemplos actuales de ellos. Aunque no hay dos escritores que concuerden en una lista, cuando se juntan todos estos ejemplos, son aproximadamente unas dos docenas. La falta de unidad en estas listas promueve una pregunta seria: ¿Quién y qué determina la línea divisoria entre el territorio de errancia permisible y el territorio de la inerrancia necesaria? Si, por ejemplo, algo de errancia se puede esperar y tolerar en asuntos históricos, pero no en áreas de doctrina, ¿cómo puedo saber cuales en esos asuntos históricos? A fin de cuentas, algunas doctrinas importantes están fundamentadas en asuntos históricos. Por lo que, ¿dónde está la línea?

Reconozco que existen ciertos pasajes difíciles de examinar. Sin embargo, mantengo que se pueden hallar sugerencias razonables para no decidir que son errores. En una discusión como ésta puedo solamente sugerir soluciones, y no en mucho detalle. Más información está disponible en otros libros y comentarios. El punto es que se han dado explicaciones que son compatibles con la doctrina de inerrancia.

Las “dos historias” de la creación
Aunque el argumento que hay dos historias en conflicto acerca de la creación tiene sus ramificaciones en varias áreas de interpretación, a menudo la discusión de la inerrancia enfoca en la supuesta contradicción entre Génesis 1:11-12, donde dice que la vegetación apareció en el tercer día, y Génesis 2:5, donde parece decir que no hubo vegetación hasta después de la creación de Adán. Hay dos errores en tal conclusión. Primero, Génesis 2 agrega detalles a la historia de la creación de Génesis 1, no en contradicción sino en suplemento. Por ejemplo, 1:27 dice que Dios creó al hombre (un término genérico aquí) varón y hembra, pero no quiere decir que la primera criatura era un ser masculino-femenino. Los detalles de la creación del hombre Adán y la mujer Eva se dan en 2:18-23. Además, Génesis 2:5 agrega detalles acerca de la creación de la vegetación en el tercer día.

Segundo, las palabras en 2:5 se refieren al tipo de plantas que requieren ser cultivadas, no a toda clase de plantas verdes. Las plantas cultivables o no aparecieron hasta que Adán fue creado para cuidarlas, o no crecieron hasta que Adán fue creado. H. C. Leupold resume bien el asunto:
El versículo 4b mira atrás al tiempo de la obra de la creación, especialmente al tiempo antes del comienzo de la obra del tercer día, y nos presenta ciertos detalles, que no cabían en el capítulo uno: El hecho de que ciertas formas de vida, es decir, las que requieren un mayor cuidado especial del hombre, no habían brotado . . Cuando el verdor cubría la tierra, el retoñar de este tipo de vegetación fue retardado, para que apareciera después de que el hombre estuviera en posesión total de su dominio y listo para darle el cuidado necesario . . . El hecho de que no se refiere a toda la vegetación se entiende por el uso de los distintos términos, ninguno de los cuales había aparecido todavía en la historia . . . De todo esto se puede ver cuán absurdo es el concepto de que en esa historia (capítulo 2:4-17) el hombre fue hecho primero y después la vegetación. [H. C. Leupold, Exposition of Genesis (Columbus, Ohio: Wartburg, 1942), pp. 112-13.] Concluimos que una contradicción, y por eso un error, aparece en esta historia sólo para los que lo desean. La buena exégesis no requiere tal error.

La esposa de Caín
Aunque para muchos inerrantistas no es problema la cuestión tocante al origen de la esposa de Caín, a menudo los errantistas lo preguntan para mostrar que la Biblia no es confiable en lo que declara. ¿Cómo puede declarar que Adán y Eva fueron los primeros seres vivientes y que tuvieron dos hijos, uno de los cuales mató al otro, y que todavía produjo una raza numerosa de gente? Claro, la Biblia enseña que Adán y Eva fueron los primeros seres humanos creados. El Señor lo afirma en Mateo 19:3-9. La genealogía de Cristo se traza desde Adán (Lucas 3:38). Judas 14 identifica a Enoc como el séptimo desde Adán. Apenas significaría el séptimo desde la “humanidad”, una interpretación necesaria si Adán no fuera un individuo, como algunos dicen. Claro, Caín mató a Abel y todavía nació mucha gente. ¿De dónde vino la esposa de Caín?

Sabemos que Adán y Eva tuvieron otros hijos e hijas además de Abel, Caín y Set (Génesis 5:4), y si hubo solamente una familia original, entonces los primeros casamientos tuvieron que ser entre hermanos y hermanas. Tales matrimonios en el principio no fueron dañinos. El incesto es peligroso porque los genes mutantes heredados que producen niños deformados, enfermos o retrasados mentales son más probables en hijos que reciben los genes de ambos padres. Ciertamente Adán y Eva no tuvieron tales genes mutantes porque vinieron directamente de la mano creadora de Dios. Por lo cual, los casamientos entre hermanos y hermanas, sobrinas y sobrinos durante la primera y segunda generación después de Adán y Eva no fueron peligrosos.

Números 25:9
La plaga que siguió la adoración por Israel de Baal de Peor mató a 24,000 personas según Moisés. Sin embargo, Pablo solamente menciona a 23,000 muertos en 1 Corintios 10:8. ¿Obviamente un error? No necesariamente, porque Pablo limita el número de 23,000 a los que murieron en un día. La historia en Números dice que los jueces estuvieron involucrados en llevar a cabo el juicio y tal vez incluye muertes adicionales que ocurrieron en los días siguientes. En otras palabras, es posible que no terminaran su terrible tarea en un solo día. Las dos historias no están en conflicto, puesto que Pablo usó la frase adicional “en un día”. Pero no dañamos a la inerrancia si consideramos ambos números en términos redondos. Si es así, entonces el número de muertos fue entre 23,000 y 24,000. Si un pasaje o el otro dijera que “exactamente” o “solamente” cierto número murió, y si los relatos no concordaran, entonces, eso sí constituiría un error muy claro. Pero tal no es el caso.

¿Quién pidió a David que levantara el censo de Israel? (2 Samuel 24:1 y 1 Crónicas 21:1)
Un pasaje dice que el Señor lo hizo, mientras el otro señala que fue Satanás. ¿Por qué tiene que ser esto un conflicto? ¿No pudieron los dos estar involucrados? Ambos han operado en otros asuntos. Pablo dijo que el Señor mandó a un mensajero de Satanás para que él no se exaltara (2 Corintios 12:7). Ciertamente, el Señor y Satanás están involucrados en las actividades que marchan hacia Armagedón. ¿Por qué no también en este pasaje? Esta solución tan simple hace increíble una sugestión de una contradicción. Sin embargo, este no es un hombre de paja. Un errantista declaró enfáticamente que “ambas historias no pueden ser correctas. Pero del punto de vista de la integridad doctrinal ambas presentan exactamente la misma verdad: lo que David hizo era malo . . .” (Ray Summers, The Baptist Standard, 4 February 1970, p. 12).



¿Quién mató a Goliat? (2 Samuel 21:19 comparado con 1 Samuel 17:50)
¿Mató David a Goliat o lo hizo otro que se llamaba Elhanán? Antes de asumir que las historias se contradicen y que uno es errónea, hagamos otras preguntas: (a) ¿Pudiera David tener dos nombres, uno de ellos Elhanán? Salomón tuvo dos nombres (2 Samuel 12:24-25). (b) ¿Puede ser que habían dos con el mismo nombre Goliat? En el contexto inmediato (v. 20) se menciona a otro gigante de Gat. (c) Tal vez, debemos entender que Elhanán mató al hermano de Goliat. Cualquiera de estas soluciones parece igualmente admisible: es innecesario concluir que hay un error. Y todas ellas son más razonables cuando recordamos la exactitud demostrada en otras partes de la Biblia. Ciertos números en 2 Samuel 24 y 1 Crónicas 21. Otras cifras en estos relatos paralelos parecen no concordar, y los errantistas concluyen que algunas cosas están equivocadas. 2 Samuel 24:9 dice que 800,000 fueron enumerados en Israel y 500,000 en Judá, mientras 1 Crónicas 21:5 da un total de 1,100,000 para Israel y 470,000 para Judá. Se puede explicar la diferencia en el total para Israel si asumimos que el número 800,000 no incluye a los 300,000 mencionados en 1 Crónicas 27, y al sumarlos, totalizan 1,100,000 en 1 Crónicas 21:5. Quizás la diferencia de 30,000 involucra a los 30,000 mencionados especialmente en 2 Samuel 6:1. Cuando Dios dejó a David escoger su castigo, le ofreció la opción de siete años de hambre según 2 Samuel 24:13 y tres años de hambre según 1 Crónicas 21:12. La Versión de los Setenta dice tres años, y aparentemente el número en 2 Samuel fue un error del escriba. Aunque las copias fueron hechas muy cuidadosamente, inevitablemente entraron errores. Este parece ser uno, pero no es un error en el original, que era inerrante cuando fue escrito. Lamentablemente, la inerrancia no se extiende a las copias. Finalmente, en estos capítulos la cuestión del precio que David pagó por la propiedad que compró de Arauna parece estar en conflicto en los dos relatos. 2 Samuel 24:24 dice 50 siclos de plata, pero 1 Crónicas 21:25 dice 600 siclos fue el precio. La diferencia es grande, ¡aún tomando en cuenta la inflación! Pero, ¿es demasiado grande si los 50 siclos, según 2 Samuel 24:24, fueron pagados por la era y los bueyes solamente, mientras la cantidad más grande incluía la propiedad alrededor?



El mar de fundición en 2 Crónicas 4:2
Al describir las medidas del mar, se da el perímetro de 30 codos (o sea 540 pulgadas si el codo es de 18 pulgadas) y el diámetro de 10 codos (180 pulgadas). Sin embargo, se llega a la circunferencia por multiplicar el diámetro por pi (3.14159) y ese total es más que 565 pulgadas, aparentemente una contradicción. Un escritor resuelve el problema diciendo que “en la cultura de aquel día la medida no solamente era exacta, sino también 'inerrante'“. (Robert Mounce, “Clues to Understanding Biblical Accuracy,” Eternity, June 1966, p. 18). Sin embargo, hay una solución mejor que no incluye un juego de palabras. La medida de diez codos era de orilla a orilla; esto es de una orilla exterior a la otra. Pero el versículo 5 dice que el grueso de la orilla era un palmo menor, o sea aproximadamente 4 pulgadas. Entonces, el diámetro interior fue de diez codos (180 pulgadas) menos dos palmas menores (8 pulgadas). Multiplicando 172 pulgadas por pi, el total es 540 pulgadas, la misma circunferencia en versículo 2.

Estos pasajes representan en la actualidad, los que están siendo usados como ilustraciones de errores en el Antiguo Testamento. Sin dar muchos detalles, he procurado mostrar que hay a la mano explicaciones razonables. No necesitamos concluir que existen equivocaciones en el texto con la excepción, posiblemente, de un error ocasional hecho por el copiador. Por consiguiente, la manera en que uno mira a estas sugestiones será un reflejo de su confianza fundamental, o falta de ella, en la Biblia misma.

0 comentarios:

Publicar un comentario

¿Te ayudó este artículo? ¿Qué opinas?

 
Si deseas saber más sobre Apologética, visita EDF APOLOGÉTICA